Hay que reconocer que este grupo tiene un ángel de la guardia y mucha valentía y ganas de disfrutar de la naturaleza.
A pesar de las previsiones del tiempo que daban agua, nieve y frio, se decidió realizar la ruta, bien provistos de lo necesario y los 58 caminantes disfrutaron de un día espléndido, algo nublado, pero con un tiempo que permitía realizar el deporte del senderismo sin ningún tipo de problemas.
Y así, disfrutaron de una ruta espectacularmente bonita, pudiendo contemplar una de las cascadas más espectaculares de nuestra comunidad y con un gran caudal de agua como corresponde a esta época del año y que no dejo a nadie sin apreciar su belleza.
Asimismo, los paisajes del rio Duero, en su largo recorrido hasta la desembocadura del mismo, hicieron las delicias de los caminantes que, como siempre, pudieron disfrutar de un buen bocadillo al final de la ruta donde cambiaron impresiones de una ruta muy cómoda y que nos deja una colección de fotos a cada cual más espectacular.
La próxima, en marzo, a Asturias, la senda de las Xanas, otra para disfrute de los ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario