A las 60 personas que acudieron a esta excursión seguro que tampoco se les olvidara fácilmente, y es que, al extraordinario buen tiempo que nos recibió en Masueco, se añade un paisaje maravillosamente bello y acogedor, que hizo que la caminata de aprox. 17 Kilómetros fuera colocándose dentro de las más bonitas de las vividas, y mira que es difícil.
La zona de los arribes del Duero, preciosa geográficamente hablando, une además en esta ocasión un grupo de caminantes que solo quieren divertirse y hacer divertir a los demás, por lo que pocas veces hay en las que alguien pueda quejarse.
Y eso que, en esta ocasión, alguno se mareo, alguno tuvo dolor de barriga (de la risa quizás), alguno se cayó, e incluso, alguno hizo de su capa un sallo haciendo caso omiso de la guía-responsable-jefa- y, tan pronto estaba al borde de un precipicio como sentado en medio del camino, y tan pronto estaba de cháchara simpática con otro como ayudando a los que pasaban por alguna dificultad. Es lo que tiene este magnifico grupo, todos colaboran, todos ayudan y todos – a veces – obedecen.
El paisaje de la cascada "El Pozo de los Humos", contemplada desde ambos lados de la montaña, Masueco y Pereña, donde se acudió más tarde, es extraordinariamente bel
lo. No siempre se puede contemplar una casca de cerca de 50 metros con bastante caudal de agua y desde una plataforma salida de entre las rocas, que te hace estar suspendido en el aire y parecer que bajo tus pies no hay nada.
La comida, amena como siempre y simpática como de costumbre, todos dieron buena cuenta de sus viandas y es que entre el calor, la caminata, la belleza del camino, la maravillosa vista de la cascada y el buen ambiente, había hecho que el hambre fuera mucha y bien que se degustaron los alimentos.
De pasada, El pantano de "La Almendra", uno de los más grandes de España, es un prodigio de ingeniería enclavado en un paraje donde rompe la naturaleza de forma espectacular, para hacerlo aún más bello y fantástico a los ojos de los visitantes.
También los dos pueblos, Masueco y Pereña, preciosos en sus calles y casas de piedra que hacen un lujo para los ojos de los visitantes.
Y, entre todo esto, fotos, fotos, y más fotos de unos caminantes que agradecen con sonrisas, en la cara y en los ojos cada una de las maravillas visitadas y que dejan de esta, una de las excursiones más bonitas de todas las que se han realizado y es que el lugar es precioso.
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