18-6-2017
No puede decirse que esta ruta haya sido la mas bonita de las que hemos realizado hasta ahora, no, porque sería desmerecer a todas las anteriores pero, qué maravilla de ruta.
Lo que sí se puede decir es que ha sido la más cómoda, ya que de los casi ocho kilómetros en línea que componen la ruta, al menos 6.5 son de una comodidad y seguridad extraordinaria.
Al mismo tiempo la mucha vegetación y la montaña hacen que en la mayoría del camino hayamos ido por la sombra y es que, el calor que nos acompaño ha sido terrible, y de haber ido por el sol hubiera sido muy difícil terminar la ruta, ya que hubo momentos de sobrepasar los 36 grados y eso, caminando es muy duro.
Para alivio del grupo de 59 senderistas el agua en forma de riachuelo, arroyo, cataratas, pozas, fuentes, etc, nos acompaño en todo el recorrido de forma que aliviaba un poco el calor, lo que hacía mucho más agradable el camino.
La primera anécdota vino dada cuando al pasar uno de los puentes una simpática cabra se dejo tocar, acariciar, y fotografiar por los senderistas, lo cual hizo las primeras gracias de la mañana, que poco a poco iban ascendiendo por la senda, con una pequeña pendiente que nos llevaría al final de la ruta.
Mas anécdotas, las vacas, con sus terneros, alguno de ellos pillado mamando la leche de su madre por nuestros oportunos fotógrafos y que en ningún momento dejaba de alimentarse a pesar del grupo numeroso de caminantes que les observaban.
Y…el agua, un riachuelo con un agua cristalina que invitaba a meterse y bañarse y….¡¡¡que calor!!!!.
Suerte que el agua no faltaba en las botellas y todos íbamos recuperando porque el calor hacía estragos y el que más y el que menos tiraba de botella de agua continuamente.
Y, poco a poco, con una parada un par de kilómetros antes de llegar a la parte donde las cascadas eran más grandes y donde finiquitaba la ruta, repito, preciosa, y lugar donde el grupo se rompió.
Llego la hora de la comida y cada uno fue eligiendo el lugar más apropiado o el que más le había gustado para la parada gastronómica,
Así, unos quedaban arriba, comiendo en la orilla del rio, o con los pies dentro del agua, refrescándolos. Otros bajaban para el lugar donde el pequeño avituallamiento nos había dejado un lugar estupendo con mesas y un verde prado donde tumbarse, y otros, a mitad de camino entre el alto y la parada, en un lugar “paradisiaco”, donde, no solo el calor remitía debido a la sombra, sino que metidos prácticamente en el rio y antes de que algunos acabaran de comer, el agua empezó a hacer de las suyas, siendo varios los que terminaron bañándose en el rio, y bien que se agradeció ya que el agua estaba fría pero el calor era mucho, por lo que el ánimo y las risas subió enteros en pocos minutos.
La bajada muy tranquila, con mucho tiempo para detenerse en las múltiples flores, arboles y rincones preciosos que rodeaban la ruta y, la llegada al pueblo fue un alivio, las terrazas de los 3 bares existentes se llenaron de senderistas que, tras tomar sus correspondientes refrescos y descansar un poco, iniciaban el regreso a las 5 de la tarde para llegar a La Bañeza a las 8 después de una parada en el precioso valle de Caldas de Luna para tomar otro refresco y llegar a nuestra Ciudad.
Las sensaciones de esta ruta nos dejan una caminata muy sencilla de hacer, 14 kilómetros pero muy cómodos y con una senda perfectamente preparada para que tantos niños como adultos pudieran hacerla sin resentirse por accidentes geográficos.
Además, el rio con el agua hace muy agradable la caminata siendo muchas las personas con las que nos cruzamos y con las que compartimos experiencias, como una pareja de Lugo que, tan preguntarnos de donde éramos y de nuestras actividades tomo buena nota de nuestros correos para, en algún momento, hacer alguna ruta con nosotros o invitarnos a hacer alguna por su tierra gallega.
Si en rutas anteriores todo el mundo quedo satisfecho de las mismas, en esta aún más, ya que el lugar, el camino y las características de la misma son perfectas para la práctica del Senderismo.
La próxima en Julio, el día 16 y poco a poco, estamos preparándola. Una pista. Habrá playa.
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