Y en la décimo tercera, vimos la nieve.
Pero no nevó, ni llovió, ni….todo lo contrario, el día espléndido, y la ruta fantástica y preciosa. Una ruta totalmente otoñal
La naturaleza en esta ocasión quiso ser tremendamente benévola con nuestro grupo de 51 senderistas y, a pesar de las predicciones de lluvia y de frio nos permitió disfrutar de un día soleado y de una temperatura perfecta, ni frio ni calor, que hizo que la caminata de 15 kilómetros la pudiéramos disfrutar al 100%
Y, de nuevo, esa maravillosa naturaleza nos permitió ver ríos, cascadas, arboles, hayedos e infinidad de muestras que solamente caminando y disfrutándolas se pueden explicar para ser entendidas.
Los montes, con sus juegos de luces y sombras reflejados por el sol, la humedad del suelo y las hojas caídas por el otoño, los frutos otoñales de algunos de ellos y por el camino, restos de una primera nevada acaecida una semana antes, y que permitía alguna que otra broma en los caminantes bañezanos.
Al llegar arriba, en un continuo pero suave ascenso, el “Tejo”, árbol centenario que muchos quisieron abrazar porque, según cuentan, trae suerte abrazar a los árboles centenarios, suerte y salud.
Hasta de cuatro en cuatro rodeábamos el árbol para unir así nuestros brazos y conseguir esa anhelada suerte y esa mas anhelada todavía salud. Ójala se cumpla para todos.
Y luego el descenso y el bocata, en un pequeño espacio con mesas para tal fin, y con la montaña pegada a nosotros y en ella, una inesperada acompañante, una corza, imitando nuestro apetito y dejándose ver mientras hacía lo mismo. Así, nos hizo más llevadero aún el breve descanso. Lástima que estaba un poco alta para verla más de cerca.
Y, tras recuperar fuerzas, vuelta al camino para llegar al pequeño pueblo de Puebla de Lillo, donde tras el reparador café, realizamos dos visitas que ya teníamos programadas si el tiempo nos lo permitía, como así fue, la Casa del Parque y el Torreón.
En la primera, y tras ser atendidos amablemente por Roberto, pudimos contemplar un video de 12 minutos donde nos explicaron la historia del pueblo, del Torreón y de los cientos de maravillas que tienen en esas zonas altas de León. Tras esto, visita al Torreón, lugar emblemático que ha servido de puesto de Vigilancia, de Hospital, de
Ayuntamiento y ahora, de Museo, donde una amabilísima María Jesús, nos explicó muy rápida y eficazmente algunas de las maravillas que en él se guarda y que fue construido en el siglo 15 por los Condes de Luna.
No había tiempo para mas, seis de la tarde y regreso a nuestra Ciudad, con un paisaje acompañamos tan maravilloso como el que habíamos visto durante el día, la puesta de sol en el embalse del Porma, un espectáculo para recordar, y alguna foto…de concurso.
Club D. Atlético Bañezano
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