No, esta vez no hubo puntualidad, alguno se despisto y tuvimos 15 minutos de retraso, pero tampoco fue muy grave y luego, lo pago con alguna broma.
También tuvimos otro imprevisto luego de mañana, la cafetería de salida estaba cerrada por vacaciones con lo cual, alguno partió sin desayunar. Segundo imprevisto del día.
El tercero, 2 inscritos que a última hora no pudieron asistir por diversos motivos con lo que la expedición quedo reducida a 49, aún así un buen número.
Una vez puestos en ruta, todo perfecto, viaje muy cómodo de apenas una hora, con buenos paisajes, con buena temperatura y con buen ánimo en los 49 senderistas, que después de mas de un mes esperaban con ganas la vuelta al “tajo”.
La llegada al lugar de salida “Villardeciervos” significo la primera parada para recomponer fuerzas en el mesón/cafetería y allí mientras unos reponían fuerzas otros comenzaban a “trabajar”, acercándose a la preciosa Oficina de Turismo” a recabar planos, guías y demás información para los caminantes.
Y de allí, de nuevo al autobús y en poco mas de 10 minutos a iniciar una ruta de lo más simpática, calurosa, cómoda y con bellísimos paisajes como siempre y una temperatura que aún no había llegado a su tope pero que ya preveía mucho calor cuando se empezó a caminar y a dio motivos a los ojos para alegrarse pues no había rincón que no dejara un motivo para el disfrute. Paisajes, vegetación, vistas preciosas, algún zarzal con moras comestibles de un buen tamaño, rosales, etc, etc y todo, aderezado con sonrisas, y buen humor, lo que hizo que la caminata, de apenas 5 Kilómetros fuera realmente cómoda para todos.
Llegando ya casi al final de la ruta, después de visitar la ermita y el pilón, una pequeña subida para entrar en la cueva y un poco más arriba, contemplar desde lo mas alto una preciosa imagen de la Sierra de La Culebra, con su vegetación, lo que hizo las delicias de todos los que ascendieron.
Tocaba descender y después de otra pequeña parada en la ermita para que allí, sentados en los tocones o en las piedras o en algún lugar cómodo, realizar un pequeño ritual simpático y recuperar algo de fuerzas con un pequeño o gran bocadillo, cada uno a su gusto y al hambre que tuviera.
Llegada al mesón/cafetería a las dos, ese era el plan, pero de nuevo con algo de retraso. Desde las 13:00 que se llego al pueblo y se comenzó a visitar esas preciosas calles de piedra al igual que sus casas, sus fuentes, su iglesia, las espectaculares chimeneas de las viviendas, sus patios (algunos entraron a ver alguno), etc. La verdad es que es un pueblo muy recomendable de visitar.
Y la a las 14:30, segunda parte del día “PLAYA”.
Hacia la de Cional que nos fuimos y allí, tumbados en la pradera dimos cuenta de los bocadillos y demás viandas que cada uno llevaba y tras esto, y con una temperatura espectacular, todos a bañarse en un lugar que nada tiene que envidiar a otros más populares y lejanos.
La tarde se hizo corta, entre toallas y vestidos mojados (alguno tuvo que ponérselo como pequeño castigo por llegar tarde), carreras, aguadillas, mojaduras, etc. Llego la hora de recoger 17:45 y, ahora sí, con puntualidad inglesa, a las 18:00 arrancaba el autobús con destino La Bañeza.
Aun quedaban anécdotas que vivir, una carretera cortada que nos hizo dar una pequeña vuelta de 1 kilometro a pesar de la buena voluntad de “algún voluntario” queriendo abrir camino quitando alguna señal, y teniéndola que volver a poner, alguna lagartija o salamandra (de plástico) que rondaba por el autobús o en las piernas de algunos o los abanicos que surgieron de algunos bolsos para intentar refrescar el ambiente ya que el calor era terrible, de esta forma se hizo más ameno el corto viaje y a las 19:00, como se tenía previsto, llegada a La Bañeza y, a falta de chocolate con churros hoy toco refresco para aliviar el calor y hablar de las vivencias vividas en el día que fueron muchas.
Ruta de Septiembre muy amena, con baño incluido para compensar la de Julio y ahora a preparar la de Octubre que llegara….pronto.
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