Con puntualidad casi inglesa, salían los 52 senderistas desde el lugar de costumbre para realizar una nueva ruta, esta vez por nuestra vecina Asturias y más concretamente por Llanes en un viaje muy soleado y claro hasta el túnel del Negrón, frontera con la Comunidad vecina y hasta donde pudimos contemplar hasta las estelas de los aviones o el que hace un par de años era un desolado pantano sin agua y por donde pudimos realizar una de nuestras rutas y que hoy tiene una inmensa y maravillosa capa de agua que nos permite ver las diferencias de la naturaleza en poco tiempo.
Pero, la salida del túnel fue como atravesar una galaxia entera en el tiempo. Nublado y lloviznando nos esperaba en su Principado un tiempo caluroso, pero desapacible, pero todos esperábamos que aquello fuera pasajero.
Tras una breve parada en Mieres para tomar un necesario café, vuelta al autobús y llegada a Llanes, donde comenzaba una ruta corta (apenas 8-9 Kilómetros) pero con paisajes preciosos y por una senda que bordeaba la playa y con vistas a un mar cantábrico tan preciado y precioso.
El día seguía nublado pero….que le importaba esto a los valientes andarines que arrancaron la ruta con amenaza d lluvia y llegaron 3 horas más tarde, con las cámaras, móviles etc. llenos de fotos y recuerdos de lugares y vistas difíciles de describir.
Una ruta que regalaba a nuestra pupila un paisaje típico asturiano verde y húmedo, con acantilados al bode de un precioso Mar Cantábrico, con animales y vegetación a cada paso, con esas playas y calas que gracias a que la marea estaba baja dejaban descubrir su arena fina y que hacia las delicias de los ojos y trabajar a los/as “técnicos”, para un sinfín de fotos de cámaras y móviles que no dejaban de sacar recuerdos de todo lo que se podía contemplar.
El final de la ruta justo…el lado del restaurante Kaype-Quintamar en el pueblecito de Barros, al lado de la playa del mismo nombre (Barros) en un lugar privilegiado para la vista y…el gusto.
Buena comida y muy sabrosa, pudimos degustar en un restaurante con vistas a una pequeña y preciosa playa, y que, tras el “ágape” y a pesar de unas finas gotas de lluvia, la mayoría pudieron disfrutar, y es que, a pesar de que el día estaba nublado, la temperatura era muy agradable e invitaba al baño.
Y, como siempre, se nos hizo corto. De nuevo mucho antes de lo deseado llego la hora de coger el autobús para regresar y…con pena, los senderistas fueron recogiéndose en el mismo para a las 19:00 reiniciar el camino de vuelta hacia La Bañeza, no sin antes recordar que en el próximo mes de Agosto no habrá ruta -como siempre – pero que desde ya comenzaremos a preparar la de septiembre.
C.D.A. Bañezano
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