No siempre las rutas son fáciles, y no siempre el tiempo ayuda a ello, pero no se puede negar que el espíritu de nuestros senderistas es tan fuerte y las ganas de aventuras tan grandes que nada les frena a la hora de conseguir sus objetivos, aunque a veces la naturaleza, el tiempo y las adversidades se lo pongan un poco duro.
Esta es una de esas rutas para “valientes”, ya que, además de ser una de las más complicadas en cuanto a la pendiente (600 metros en 4 kilómetros), el suelo tampoco ayudaba a que fuera cómoda, con un empedrado bastante fuerte que hacía más complicada la ligera pendiente. Pero, ni aun así. También había agua, y nieve, y tiempo nublado que quería dejarnos sin excursión, pero, no hay manera, “Todos para arriba”
Y así fue como, a pesar del tiempo y de que por primera vez se hacia una ruta junto con una asociación que servía de guía, “CryoSanabria” y de que algún otro club que también se habían inscrito a la ruta se echaron para atrás debido a la amenaza del mal tiempo, los bañezanos, (cazurros ellos) dijeron que para arriba.
A las 7 de la mañana (hora poco usual por lo temprano) se salió del sitio habitual para, tras una parada en Monbuey para tomar un café se llegó al sitio acordado y desde allí, los 49 valientes junto con otros compañeros comenzaron la ruta mañanera.
Y, se hizo complicada. Aunque la niebla y lo nublado del día no dejaba muchos resquicios a la vista, los hermosos parajes que entre Moncabril y Pico Fraile, se podían distinguir, no dejaron indiferentes a los caminantes, ya que en algunos momentos las vistas eran dignas de las mejores excursiones.
Ahora un reguero de agua, ahora la vista del lago, ahora nieve, ahora un arco iris entre dos montañas formando un espectáculo precioso y pocas veces visto (hay fotos de este momento realmente oportunas y preciosas), ahora lluvia para aprovechar los chubasqueros y, caídas, muchas caídas, todas por el estado del terreno pero que eran todas sin consecuencias y servían para echar alguna sonrisa cuando era otro el que resbalaba y mojaba sus pantalones en el húmedo suelo.
Y, también para cambiar hábitos y hacer la ruta algo diferente, esta vez nuestra “secretaria-guía” cerraba el grupo, dejando a los senderistas sanabreses que marcaran el camino y el ritmo.
El camino, como una calzada romana empedrada y con la lluvia que cada poco hacia su presencia, hacía que el equilibrio en muchas ocasiones fuera difícil y solamente al poco de finalizar la ruta, un sol radiante dejo las vitas más preciosas como para delimitar el principio del final de la ruta.
Poco después, a comer, y tras esto un par de horas para visitar Puebla de Sanabria y sus encantos, como la preciosa Estación de Ferrocarril, toda de piedra y que es digna de admirar, como el Castillo y las preciosas calles de esta localidad, que se vio admirada por nuestros senderistas.
Agradecimiento a Daniel Huerto y sus compañeros por todas las atenciones recibidas, esperando que pronto realicemos una nueva ruta por esos paisajes sanabreses y que nos dejan bellas estampas de una naturaleza preciosa.
A la llegada a La Bañeza, a las 6 de la tarde, hora prevista, los senderistas se repartieron hacia sus diferentes lugares de residencia con la satisfacción de haber realizado una ruta “complicada” pero muy agradable a la vista y a la satisfacción personal por los condicionantes de la misma.
Club D. Atlético Bañezano
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