XXVI RUTA DE SENDERISMO – 25/02/2018
TRUCHAS – VALDAVIDO (LEON)
Y, seguimos sumando, 26 y a Truchas -Valdavido.
Una mañana fría pero soleada arranco al autobús de 60 plazas a la cercana localidad de Truchas donde 56 excursionistas o senderistas esperaban tener una mañana fría y se encontraban con una soleada ruta, que hacia quitarse camisetas, chándal, abrigos y demás ropa con la que se esperaba resguardar del frio, porque la marcha nos quitó el frio a los pocos metros de comenzar.
Antes, el reparador café y la foto de rigor en el bar del pueblo, donde arrancábamos la ruta que nos haría subir al Cristo de Valdavido, Cristo que, por cierto, tiene una curiosa y bonita historia, de la cual tiene culpa alguien que estuvo muy ligado a La Bañeza, D. José Luis Santos, antiguo sacerdote y director del instituto de Formación Profesional (Vía de La Plata) y que anteriormente a su estancia en La Bañeza ejerció su sacerdocio por esta localidad de la Cabrera.
Cuenta la historia que, estando de sacerdote en Truchas D. José Luis Santos, se encontró la escultura en una casa del pueblo, escultura que había llegado en un camión de Legumbres Luengo desde Bilbao donde la había construido el escultor Larrea en el año 1957.
En el 65, y a base de un empeño y trabajo impresionantes (la figura mide más de 8 metros y pesa más de 20 toneladas), D. José Luis afronta la tarea de subir el Cristo a la Peña (Peña Ramiro), así como los materiales necesarios para ubicarla en lo que había sido antiguo castillo.
Con una polea gigantesca, cedida por la Azucarera de La Bañeza principios de Septiembre de ese mismo año (1965), la estatua queda erigida en el lugar actual.
Pero, volviendo a nuestra ruta, tras repasar un poco esta breve historia del antiguo sacerdote bañezano, allí subieron los senderistas y allí admiraron todo el impresionante valle de La Cabrera, con toda la cadena montañosa y su poquita nieve en ella, que hace un paisaje maravilloso para la vista, lo cual agradecieron los caminantes.
Tras las oportunas y preciosas fotos desde lo alto del Cristo, la bajada hacia Truchas, el rio y sus pozas o marmitas de Gigante con su agua cristalina y…posiblemente fría, donde de nuevo las cámaras, y teléfonos aprovecharon para lanzar fotos del cauce y su precioso margen.
La comida no podía esperar más, eran las dos y en el área de ocio de Truchas, pegando al rio, con tres caballos como compañía de los hambrientos viajeros, con un tiempo espectacular, tumbados en la hierba, sentados en los bancos, apoyados en las vallas, se dio buena cuenta de los bocadillos, fruta, etc. que se llevaban, había hambre el sitio era perfecto y la temperatura para quedarse allí toda la tarde.
Incluso hubo quien se atrevió a meter los pies en las gélidas aguas y cruzar el rio a pie, y eso que el agua….debía de estar algo…”templada”
Y después de la comida alguno todavía se atrevió a hacer los tres km. Desde Truchas a La Cuesta, pueblecito cercano, mientras que otros se fueron hacia el bar donde esperaba el autobús para tomarse un cafetito tranquilamente mientras llegaban las cuatro de la tarde, hora prevista para reanudar la vuelta, y con puntualidad suiza, todos ya reunidos emprender el regreso.
Pero, aún quedaba una “pequeña sorpresa”, la llegada a Castrocontrigo supuso una parada “técnica” en el Bar Santocildes, donde el Club invito a todos los senderistas a un chocolate con picatostes que hicieron las delicias de todos los estómagos y es que realmente estaba exquisito. (Gracias Juan dueño del bar)
Por supuesto no falto la compra de chocolate de todos los gustos por parte de los caminantes que aprovecharon para llevarse sus correspondientes delicias para casa.
La llegada, tras esta parada a las 18:30 a La Bañeza supuso el comienzo de la próxima ruta, ya que en breve se realizará la de Marzo debido a la proximidad de la Semana Santa y a las ganas de caminar del grupo.
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