¡HE LLEGADO A TIEMPO!
Lo novel es por ser reciente en la familia de los Badaneros, aunque llevo años recibiendo sabios consejos y experiencias de dicha familia. Este pequeño relato de la prueba por excelencia en el Bierzo, ya que si la comida en esta comarca es el BOTILLO, la prueba Running son lo AQUILIANOS.
Antes de nada, uno ha estado preparando el recorrido largo pero por circunstancias realice el corto, que se explica en el epilogo.
Pues bien, todo empieza ha eso de las 4:30 horas cuando suena el despertador, levantándose uno a tomar un piscolabis y seguidamente enfundarse el maillot de la Badana, colocarse sus geles, botellín, etc y pensar “ hay que estar trastornado para este madrugón” pues si, ¡así somos los badaneros!.
Una vez en la salida, este año con un padrino de lujo, Abel Antón, un campeón MUNDIAL haciendo los Aquilianos, ¡Esto es muy grande!, me posiciono en las primeros puestos, dan la salida y como no, todos a correr como cohetes, ¡Dios mío, vamos a fuego!, me coloco entre los 10 primeros.
Subiendo el alto de San Lorenzo, pienso ¡estas máquinas bajarán el ritmo! Pues no, al revés lo suben más, por lo tanto piensa uno, regula ¡que falta lo mejor!.
Se llega a Villanueva, una vez dejado el río Oza, donde está el primer avituallamiento (menos de 1 hora, uffff), se bebe algo y para arriba, dirección Valdefrancos, donde sale los primeros rayos de sol, bajada mala (se nota las lluvias con grandes surcos) y un can nos saluda, entre este pueblo y San Clemente buen ritmo, mejor recorrido ( Que voy a decir de este lugar, todo bien, la mujer es oriunda de allí, jajaja) entre castaños, se llega a San Clemente y pronto la Ramosa, ¡que bonitaaaaaaaa!, me acuerdo del Zorro de la Valdería, ¡ Camina rápido, luego sacarás provecho! Así lo hago buen ritmo, se llega al altiplano antes de Montes y a correr ya con sol y buena temperatura.
En Ferradillo, me preguntan por el Presi, baja de última hora ¡Esas amígdalas!, animándome y puntualizando ¡A dejar el pabellón alto de los Badaneros! ¡Eso está hecho, no lo dudes! Le contesto.
Una vez pasado Ferradillo me dirijo hacia el alto de Recouco, pero esté año (acierto de la organización) nos desvían hacia una senda entre robles y castaños con un terreno que se puede correr y así se evita ¡ALGÚN QUE OTRO DESPISTE, JE, JE! A enlazar con la pista hacia Rimor, continuo a buen ritmo incluso realizo algún saltito, jajaja.
Cuando llego a Rimor, sorpresa allí estaba mi compi (David) con su Ruidosa (moto) animando y acompañándome hasta el final, con ese subidón de adrenalina subo el ritmo hacia Toral, paso el tubo y me adentro en la senda de la Lola preciosa en esta época pero para mí siempre un calvario, sube y baja, humedad, ¡culebras, salgo y digo ¡Ya está conseguido! El último esfuerzo, subida del Castillo, plaza de la Encina y como dice Roberto Hacienda ¡llegar a meta sacando pecho y cabeza arriba! Miro el tiempo y ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SORPRESA!!!!!!45 km en 4:14, ¡HE LLEGADO A TIEMPO!
Por cierto, las circunstancias que me llevaron ha realizar el recorrido corto ha sido que mi hijo jugaba a las 11 de la mañana la final de Copa y lo he conseguido.
Hasta la siguiente con el lema NUEVOS CAMINOS, GRANDES AVENTURAS.
Autor: Miguel Méndez.
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