Había ganas de salir, de caminar, de ver paisajes nuevos y maravillosos y los senderistas no salieron defraudados de una ruta cómoda, con un tiempo esplendido y un tiempo envidiable. Por eso de las fechas, 1 de Julio la última y 24 de septiembre esta, los dos meses se habían hecho muy largos, acostumbrados a la salida mensual y para colmo hubo que retrasar (por eso del tiempo) una semana una ruta a los picos de Europa que no dejo desencantado a nadie pues todo el camino fue un sinfín de maravillosos valles, riachuelos, animales, en definitiva, naturaleza en estado puro.
Solamente el espectáculo mañanero del embalse del Porma, aunque con poca agua, con el sol y la neblina por encima del agua entre esa cadena inmensa de montañas ya merecía la pena. Fabuloso.
La ruta sencilla no dejo a nadie descontento, todo lo contrario, y ya se empieza a preparar la siguiente, mes de octubre, a un paraje cercano, Riaño.
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