El club bañezano de senderismo se fue a Asturias

Cincuenta y dos senderistas emprendieron la vigésima marcha del Club de Senderismo La Bañeza con destino al Cabo de Peñas en Asturias y, para celebrar esta "efeméride" fuimos recibidos con algo... inesperado, una formación de aviones en el cielo con una exhibición de piruletas, vueltas, caídas en picado y otras maravillas, fue lo primero con que nos encontramos nada más bajar del autobús. Eso, y un helicóptero intentado imitar (muy tímidamente) las increíbles maniobras de los aviones militares que realizaban una exhibición aérea pocas veces vista por los senderistas. Alucinante fue la palabra más repetida.
Después de visitar el Cabo de Peña, con sus preciosos e inmensos acantilados, comenzamos la andadura, en esta ocasión muy fácil y corta (Apenas 7 Kilómetros) que nos llevaría por un bosque y un terreno sembrado de maíces, patatas y demás productos agrícolas, donde no faltaban numerosas granjas de vacas, caballos, perros, gatos y demás fauna, así como flores, y arboles de todo tipo. Un paisaje típico asturiano y que se hacía agradable a la vista por su verde típico y natural.
No tardamos mucho, y con el horario previsto llegamos a la playa donde pasaríamos la tarde no sin antes reponer fuerzas en nuestro restaurante concertado ingiriendo una extraordinaria comida a base de paella, bacalao y pollo, con su postre y café, en la que nadie quedo indiferente a la calidad y cantidad del menú, totalmente extraordinario para todos los senderistas, incluido el "perdido", porque en esta ocasión hasta "perdimos" a uno, bueno más bien...se quiso perder. "El agua" es muy llamativa y según vio la playa haya que se nos lanzo sin pensar en que nuestros estómagos requerían un principio natural, el de la alimentación (se ve que él no tenía hambre).
Tras la comida en el Restaurante "La Ponderosa", nos desplazamos los 200 metros que teníamos hasta la playa y tras dejar la toalla y demás enseres el agua fue nuestro elemento.
Y, ¿ cómo estaba el agua?. Espectacular, como la tarde, daba gusto entrar y estar dentro y así lo demostraron todos los que entraron en ella, (la mayoría), a los cuales les supo a poco las 3 horas largas en las que pudimos disfrutar de un baño o dos o tres, cada uno disfruto las veces que quiso del agua para luego tumbarse al sol y ennegrecer o colorear un poco la piel con un sol que, sin molestar, calentaba y secaba los cuerpos.
Y, que placer, estar allí, en el agua, boca arriba, viendo el cielo azul y alguna nube blanca, confundiendo en el horizonte el azul del cielo y del mar, ese mar Cantábrico maravilloso y que tanto nos gusta los leoneses, y nadando, o saltando esas olas que hacen disfrutar tanto a mayores como a jóvenes y niños. Qué pena tener que irse, que pena.
Las 18:30 era la hora fijada para juntarnos y regresar al autobús y con puntualidad inglesa (da gusto la actitud de esta gente a la
hora de cumplir las indicaciones), subida al vehículo citado y comienzo del regreso....con mucha pena.
Algo más tarde, y después de una parada técnica para un reparador café o refresco, vuelta al autobús y agradecimiento a los responsables, (sobre todo de la elección de la comida) y llegada a La Bañeza a la hora prevista 22:00 Horas y con el adelanto de la fecha y lugar de la próxima salida (salvo imprevistos), 10 de Septiembre a la zona del lago de Sanabria, cosa que la gente agradeció para poder reservar el día.
En Agosto, vacaciones, tocan fiestas, verbenas y otras actividades por lo que todos nos despedimos con los buenos deseos de pasar buenas fiestas y de vernos en Septiembre, en la vigésimo primera ruta de senderismo.
En nombre del Club buenas fiestas a todos los socios y no socios que habéis participado en las rutas. Nos vemos en Septiembre.


Club D. Atlético Bañezano